Artículo

 

Enfoques teóricos sobre los mercados monetarios

 

Senia Rodríguez Rodríguez

MSc. en Finanzas y asesora de BANDEC y BPA

 Kirenia De Arma

Licenciada en Contabilidad y Finanzas

Resumen

El presente trabajo describe a los instrumentos financieros, las instituciones y los mercados financieros, propios de un país de economía abierta y concretamente desde la perspectiva de los mercados de Cuba.
También se presentan distintas clasificaciones de estos mercados financieros, mostrando cómo en su gran mayoría llegan a definirlos según las características de los activos negociados
El análisis efectuado sobre los mercados monetarios permite sintetizar los diferentes enfoques dados por autores de prestigio nacional (Cuba) e internacional sobre el tema, no presentes, hasta donde conocen las autoras, en la academia cubana, lo que le imprime novedad científica y actualidad al tema.


Palabras Clave: mercados monetarios, economía abierta, economías monetarias, sistema financiero 

1.- Introducción

El tema de los mercados monetarios es de reciente discusión y existe una controvertida polémica sobre la posibilidad de aplicar uno u otro instrumento, cuestión que reviste una importancia relevante para la toma de decisiones acerca de la inserción de las entidades bancarias cubanas en los mercados monetarios, sin que ello implique renunciar a las conquistas del socialismo. Para un país como Cuba, de economía abierta, investigar sobre esta temática resulta de especial interés, en tanto los estudios en este particular aún son incipientes, su tratamiento se enmarca más en el entorno institucional que en el académico, de lo que se deriva que los avances sobre el tema estén concentrados más en los aspectos prácticos que teóricos.

Lo anterior imprime una importancia decisiva al estudio de esta temática, que aquí se materializa en la recopilación de información y sistematización que se le da a los diferentes enfoques sobre los mercados monetarios por parte de autores de prestigio nacional e internacional.

El tratamiento de esta temática constituye un sugerente punto de partida para reflexionar sobre uno de los elementos que conforman el sistema financiero de un país.

La propia evolución de la humanidad lleva al surgimiento de economías monetarias, en las que existen agentes económicos con excedentes financieros –ahorro– interesados en recibir un determinado beneficio por la cesión temporal de sus superávits; a la vez, existen otros agentes económicos deficitarios y necesitados de recursos monetarios para invertir en la economía real –inversión–, que están dispuestos a pagar una cierta cantidad de dinero por disponer de los mismos de forma transitoria. Estos agentes económicos encuentran en los mercados financieros el mecanismo idóneo para intercambiar sus activos financieros, es decir, el lugar donde concurren compradores y vendedores para negociar estos activos y destinarlos hacia los sectores más productivos de la sociedad.

Desde la primera forma de organización económica de la sociedad (la comunidad primitiva), cuando la producción necesaria se desborda y aparece el excedente, el mercado se presenta como un trueque: los grupos que realizaban o se especializaban en labores como la pesca, agricultura y cerámica se vieron en la necesidad de intercambiar el producto de sus actividades por otras de las que no podían abastecerse por múltiples razones.

... “Una vez introducida la división del trabajo, el producto del propio es muy poco lo que puede suministrar al hombre de tantas cosas como necesita. Para subvenir a la mayor parte de sus necesidades tiene que permutar o cambiar aquella porción sobrante del producto de su trabajo, o la que excede de su consumo, por otra tal porción del producto del ajeno, según que lo elija su necesidad o conveniencia. De modo que el hombre vive con la permuta o viene a ser en cierto modo mercader, y toda sociedad como una compañía mercante o comercial”.(1) 

Y fueron entre ellos permutando sal, animales, trigo, frutas, conchas, pescado, azúcar, cueros o curtidos y muchas otras formas de intercambio no monetario, como medio de pago para todos, definiendo una cantidad entre mercancías, aunque estas no llegasen a ser siempre equitativas. Las armas de Dyomedes, dice Homero, no costaron más que nueve bueyes, pero las de Glauco, ciento.

 Adam Smith plantea:

Adam Smith
...Un hombre que necesita comprar sal, por ejemplo, y no tiene más que ganado que dar a cambio, se ve obligado a comprarla hasta una cantidad equivalente al buey, v. Gr, o hasta el valor de una oveja entera, y de una vez. Pocas personas podrían comprar menos cantidad de sal, porque lo que habrían de dar por ella no podría dividirse sin pérdida, y si fuese mayor la cantidad que necesitaran, por la misma razón se verían obligados a comprarla triplicada o cuadruplicada, hasta el valor de tres o cuatro bueyes, tres o cuatro ovejas. Por el contrario, si en lugar de ovejas tienen metal que dar a cambio, pueden con facilidad porcionarse la cantidad de este con la de la mercancía que entonces necesiten .(2)

Con el surgimiento del dinero como expresión y medio más equitativo para efectuar el intercambio de mercancías, se logra un avance en cuanto a mecanismos y formas de ahorro e inversión y se permite la separación entre ellos.

La génesis de los sistemas financieros se encuentra condicionada por el surgimiento del dinero como medio de intercambio generalizado en la economía de un país, lo que a su vez se convierte en un punto de partida importante para el desarrollo de mecanismos y formas de ahorro e inversión.

La propia evolución de la humanidad lleva al desarrollo de las economías monetarias, en las que existen agentes económicos con excedentes financieros –ahorro– interesados en recibir un determinado beneficio por la cesión temporal de sus superávits; a la vez existen otros agentes económicos deficitarios y necesitados de recursos monetarios para intervenir en la economía real –inversión–, que están dispuestos a pagar una cierta cantidad de dinero por disponer de los mismos de forma transitoria.

Así, toda persona natural o jurídica puede acumular efectivo en forma de ahorro, y el sistema financiero aparece para canalizar este excedente desde los oferentes de fondos hacia los demandantes de fondos. En estos ahorristas el sistema financiero encuentra la posibilidad de invertir sus ahorros ofreciendo variedades de préstamos. Así aumenta tanto el volumen del ahorro, como el de la inversión, propiciando de esta forma el crecimiento económico.

Este simple proceso de oferta y demanda de recursos financieros desde sus formas más primitivas hasta las más sofisticadas, nos conduce hacia la misión fundamental del sistema financiero que está dada en captar el excedente de los ahorradores y canalizarlo hacia los prestatarios públicos o privados, lo que resulta vital por dos razones: la primera es la no coincidencia, en general, de ahorradores e inversionistas; la segunda es que los deseos de ahorradores e inversionistas tampoco necesariamente coinciden, ya sea respecto al grado de liquidez, seguridad o rentabilidad de los activos emitidos por estos últimos, por lo que los intermediarios han de llevar a cabo una labor de transformación de activos, convirtiéndolos en otros más aptos a los deseos de los ahorradores.

La trascendencia del sistema financiero se sitúa en relación con los efectos que se derivan de su actuación sobre oferentes y demandantes de fondos, lo que condiciona las mutuas e intensas implicaciones entre economía real y sistema financiero. Si una estructura financiera determinada acelera el crecimiento económico y mejora su funcionamiento, al facilitar la movilidad de los fondos hacia su mejor uso, el grado de desarrollo económico de un país igualmente condiciona de manera sustancial el de sus sistemas de financiación tanto en la renovación técnica, como en la diversificación de instituciones e instrumentos financieros.

En sentido general, el sistema financiero está formado por el conjunto de instituciones, medios y mercados, cuyo fin primordial es el de canalizar el ahorro que generan las unidades de gastos con superávit hacia los prestatarios o unidades de gastos con déficit (3). Pero que no se reduce solo a esta actividad, sino, como señala M. Gala, su mayor o menor perfección condiciona también el volumen de ahorro de la comunidad.(4)

El sistema financiero es complejo y comprende diversos tipos de instituciones financieras, incluidos bancos, compañías de seguro, fondos mutuos, compañías financieras y bancos de inversiones, todas ellas fuertemente controladas por el gobierno.(5)

Estos intermediarios financieros (6) se concentran en un sector formal, específicamente en la banca comercial y, en menor grado, en las entidades no bancarias como las casas de bolsa, compañías financieras, casas de cambio, compañías de arrendamiento y factoraje y aseguradoras. La literatura mexicana divide igualmente este sector en bancarios y no bancarios, según la naturaleza de su actividad.

Sin embargo, existe un sector financiero informal que alcanza mayor importancia y complejidad, sobre todo en los países subdesarrollados, que muestra vitalidad entre la población de escasos recursos, como los guardadinero, cooperativas de ahorro, casas de empeño, asociaciones rotacionales de crédito y ahorro y muchos tipos de operaciones financieras.(7)

La banca o intermediación financiera existe porque los mercados financieros por naturaleza no funcionan de manera perfecta. En esencia, las operaciones están sujetas a información asimétrica: los prestamistas no disponen de información completa acerca de los prestatarios, cuáles son los verdaderos instrumentos en que van a utilizar el préstamo, cuáles son las probabilidades reales de su disposición y capacidad para pagar.

Los intermediarios financieros se especializan en reducir los riesgos y los costos relacionados con la información asimétrica. “...los intermediarios financieros desempeñan una función vital en el desarrollo económico al movilizar el ahorro, manejar riesgos, evaluar proyectos, facilitar transacciones y ayudar a las empresas en el aprovechamiento de las ventajas derivadas de las economías de escala.” (8)

Los mercados financieros constituyen el mecanismo o lugar a través del cual los diferentes agentes económicos, interesados en negociar los instrumentos financieros, se ponen en contacto para establecer sus precios, es decir, es el medio donde concurren oferentes y demandantes de fondos para negociar los activos y dinero, y de esta forma canalizar el ahorro de la sociedad hacia los sectores productivos o de servicios, con necesidades temporales de recursos.

Trujillo del Valle, Cuervo-Arango y Vargas (9) señalan que este mercado es el lugar o mecanismo en el cual se intercambian activos financieros y se determinan sus precios; esta definición expresa más claramente la función de los mercados financieros.
Otra definición sobre los mercados financieros es la que expone Jaime Loring en su libro La Gestión Financiera, donde dice que el mercado financiero puede definirse como el mecanismo por el que se intercambian activos financieros contra dinero en efectivo, y se determinan sus precios.(10)

La finalidad del mercado financiero es poner en contacto oferentes y demandantes de fondos, y determinar los precios. Cuanto más se acerque un mercado financiero al ideal de mercado financiero perfecto, el precio del activo estará más ajustado a su precio justo (11). Pero sobre este ideal de garantizar la competencia perfecta, recordemos el concepto dado por Samuelson: el mercado perfectamente competitivo es aquel en el que todas las empresas son demasiado pequeñas para influir en el precio del mercado. Ahora bien, como ejemplifica Jaime Loring, ni siquiera en la bolsa se verifican las condiciones teóricas de un mercado de competencia perfecta. Trujillo, Cuervo y Vargas lo definen de la siguiente manera: Un mercado financiero perfecto no es otra cosa que un mercado que cumpla todas las funciones... es aquel en el que en todo momento cada participante conoce el mejor precio al que puede comprar o vender un activo financiero... debe diseminar entre los participantes la misma información completa sobre el más beneficioso intercambio de activos que cada agente puede realizar y debe hacerlo de la forma más eficiente posible...(12)  Más adelante plantean que es claro que el ideal del mercado perfecto es difícil de alcanzar, fundamentalmente porque la información es costosa y, por tanto, en la mayoría de los mercados ningún agente tiene incentivos para dedicar los recursos necesarios para obtener la información que correspondería a un mercado perfecto; sencillamente, los beneficios que obtendrían no compensan los costos incurridos.

Los instrumentos legales se denominan activos financieros o títulos valores, e incluyen bonos, acciones y préstamos otorgados por instituciones financieras. Con estos instrumentos legales se realiza un conjunto de operaciones de compraventa, cuyos propietarios tienen ciertos derechos para percibir en el futuro una determinada cantidad monetaria. Podemos también referirnos a ellos como títulos emitidos por las unidades económicas de gastos, que constituyen un medio de mantener riqueza para quienes lo poseen y un pasivo para quienes los generan.

Líneas de pensamiento sobre los mercados monetarios

Como se planteó anteriormente, los primeros mercados de la historia funcionaban mediante el trueque. El metal aparece como la manera más justa de pago; surge la moneda acuñada y el papel moneda conjuntamente con el desarrollo de la sociedad y los adelantos de la ciencia. Tras la aparición del dinero se empiezan a desarrollar códigos de comercio, los que el Estado estabiliza y regula mediante legislaciones. Esto trae como resultado descontento entre los mercaderes de la época, y para el año 1776 nace una teoría que cambiaría la forma de pensar en cuanto a la actividad comercial, y que en nuestros tiempos se ha retomado y aplicado a las economías de países tercermundistas como medida para salir del subdesarrollo, pero que realmente los vuelve cada vez más pobres y dependientes de economías más fuertes.

La tesis central que plantea Smith es que la mejor forma de emplear el capital en la producción y distribución de la riqueza es aquella en la que no interviene el gobierno, es decir, en condiciones de laissez-faire y de librecambio. Según Smith, la producción y el intercambio de bienes aumenta y, por tanto, también se eleva el nivel de vida de la población si el empresario privado, tanto industrial como comercial, puede actuar en libertad mediante una regulación y un control gubernamental mínimos. Para defender este concepto de un gobierno no intervensionista Smith estableció el principio de la “mano invisible”: al buscar satisfacer sus propios intereses, todos los individuos son conducidos por una “mano invisible” que permite alcanzar el mejor objetivo social posible. Por ello, cualquier interferencia en la competencia entre los individuos por parte del gobierno será perjudicial.

Aboga por el liberalismo económico en el mercado público que él define como el gran teatro de negociación, permuta, compra y venta que forman todas las naciones del mundo o todos los individuos de cada nación entre sí, y la mano invisible como reguladora de los posibles desajustes surgidos en el mercado entre la oferta y la demanda. Predica que las mercancías han de poder circular sin trabas a través de las fronteras y combate las tarifas arancelarias.
Proclama que los libres movimientos del oro tienden a restablecer el equilibrio momentáneamente alterado de cambios y precios e impugna las intromisiones del Estado en la vida económica.

Actualmente, las políticas neoliberales le han ido restando autoridad a los gobiernos, trasladando más y más el poder real no solo a las transnacionales, sino también a los propios especuladores financieros cuya actividad, a diferencia de estas grandes transnacionales, es mucho más difícil de controlar, por cuanto carecen de activos físicos que puedan ser localizados geográficamente, y en la mayoría de los casos funcionan desde paraísos fiscales carentes de autoridades reguladoras.

El aporte de Smith consistió en analizar el modo en que los mercados organizaban la vida económica y conseguían un rápido crecimiento económico. Pero no reconoce el grado de explotación que traían arraigadas las relaciones de producción y la deshumanización de la sociedad. “Solo es productivo el obrero que produce plusvalía para el capitalista o que trabaja para hacer rentable el capital.”(13)

Marx señala al respecto que el valor de cada mercancía lo determina la cantidad de trabajo socialmente necesario invertido en su producción. Plantea que una sociedad cuya economía dependiese del mercado traía arraigada la explotación, pues en el capitalismo los precios de mercado no eran necesariamente iguales a los valores-trabajo porque los capitalistas recibían ingresos adicionales a los costos laborales: una plusvalía, donde el afán de aumentarla traería más desigualdad en la sociedad. Esta pobreza conllevaría un subconsumo y los ciclos económicos serían cada vez más violentos.

Keynes

Las teorías económicas neoclásicas, hasta entonces vigentes, fueron puestas en duda por Keynes. La “mano invisible” en que Adam Smith (En La riqueza de las naciones, 1776) y demás teóricos clásicos confiaron como reguladora de los posibles desajustes surgidos en el mercado entre oferta y demanda, fue más que revisada por Keynes. Profundamente convencido de que la propia esencia del capitalismo es tender a la creación de desequilibrios, especialmente durante las crisis sobrevenidas por superproducción y reducción del consumo, arguyó como necesaria la intervención de gobiernos y Estados para recuperar el equilibrio. Dirigió la delegación británica que asistió a la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas (más conocida por el nombre de Conferencia de Bretton Woods) y presentó en este foro el denominado Plan Keynes, que promovía la institución de un organismo financiero internacional al que debían estar sujetos los distintos bancos centrales nacionales, y que podría conceder créditos internacionales. Estas propuestas tuvieron una inmediata repercusión y, aunque no se materializaron exactamente según el modelo de Keynes, se tradujeron en la fundación del Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Por su parte, Lenin plantea en el análisis sobre el capitalismo en Rusia, que el concepto de mercado es completamente inseparable del concepto división social del trabajo.

“El mercado aparece precisamente allí, donde aparece la división social del trabajo y la producción de mercancías. El volumen del mercado está indisolublemente vinculado al grado de especialización del trabajo social (...) Los límites del desarrollo del mercado en la sociedad capitalista son determinados por los límites de especialización del trabajo social. Y esta especialización es, por su propia esencia, infinita, exactamente igual que el desarrollo de la técnica”.(14)

También enmarca los orígenes del mercado en la necesaria aparición de la especialización del trabajo para lograr mayores rendimientos en la actividad y en la calidad de los productos, acompañado por el avance tecnológico, variable importante en este caso.

Otra definición de mercado es la dada por Samuelson cuando señala que el mercado constituye un mecanismo mediante el cual los compradores y los vendedores intercambian cosas. Puede estar centralizado como el mercado de acciones, bonos y trigo, o descentralizado como el de viviendas o de automóviles de segunda mano, o puede tratarse incluso de un mercado electrónico como ocurre en el caso de muchos activos y servicios financieros. “Un mercado es un mecanismo por medio del cual los compradores y los vendedores de un bien determinan conjuntamente su precio y su cantidad.” (15)

En el Diccionario de Economía Política (16) se define el mercado monetario como el conjunto de demandas y ofertas de dinero para fines indicados. Este mercado puede incluir préstamos diarios, semanales, quincenales, mensuales e, incluso, depósitos de tres o seis meses, y el mercado financiero se refiere a préstamos de uno a treinta años.

Riehl lo señala siempre como mercado monetario o de dinero (17) y lo define como un mercado a corto plazo en el que se negocian activos de elevada liquidez, bajo riesgo y, por consiguiente, menor rendimiento relativo, aunque este tiene la ventaja de ser fijo.

La mayoría de los instrumentos financieros comprados y vendidos en el mercado de dinero, tienen un vencimiento inferior a un año, aunque los documentos con vencimiento superior, que llega hasta los cinco años, también son objetos de intercambio en montos nada despreciables.

Todos aquellos documentos financieros que tienen un vencimiento que supera los cinco años, pertenecen más bien al ámbito de los agentes que intervienen en los mercados de capitales, lugar en el que se comercian estos títulos de largo plazo. Cualquiera que tenga abierta una cuenta corriente en un banco está participando en el mercado monetario. El artículo que se compra y se vende en este mercado es el dinero o el cuasidinero.(18)

Cuervo define el mercado monetario como “el conjunto de mercados al por mayor independientes, pero relacionados en los que se intercambian instrumentos financieros que tienen como denominador común un plazo de amortización corto que no suele sobrepasar los 18 meses, un bajo riesgo y una elevada liquidez.”(19)

A partir de estas definiciones se extrae el factor común para resumir las características de estos mercados y continuar con su clasificación.
• Son mercados al por mayor; casi sin excepción los actores fundamentales que actúan en ellos son las grandes instituciones financieras o empresas industriales que negocian importantes volúmenes de recursos financieros.
• En estos mercados se negocian instrumentos con muy escaso riesgo, derivado tanto de la solvencia de sus entidades emisoras (el tesoro y grandes instituciones financieras o industriales), como, en ocasiones, de las garantías adicionales que aportan (dígase pagarés de empresa) avalados muy líquidos vinculados al corto plazo de su vencimiento y a su capacidad para ser objeto de negociación tanto en los mercados primarios, como secundarios.

• La negociación puede hacerse directamente entre los participantes o a través de intermediarios especializados.

Clasificación de los mercados financieros según el criterio de varios autores

 

  autores
Clasificaciones WESTON RIBAS et...al/ REIHL INTERNET
 

1. Mercados de activos físicos

2. Mercados de activos financieros

3. Mercados actuales

4. Mercados futuros

5. Mercados de dinero

6. Mercados de capitales

7. Mercados de hipotecas

8. Mercados mundiales, nacionales, regionales y locales
9. Mercados primarios
10. Mercados secundarios
 

1. Mercados organizados y no organizados

2. Mercado primario

3. Mercado secundario

4. Mercado de capitales

5. Mercado monetario
 

1. Directos e intermediado

2. Organizados y no organizados
3.   Interbancario y no interbancario

4. Primarios y secundarios

5. Monetario y de capitales
 

1. Directos e indirectos

2. Libres y regulados

3. Organizados y no inscritos

4. Primarios y secundarios

5. Dirigidos por órdenes o por precio

6. Monetarios y de capital
 

Tabla 1. Fuente: Elaboración propia a partir de diferentes criterios de autores.

 

Principales criterios de clasificación

En la literatura económica son múltiples los criterios que se utilizan para clasificar los mercados monetarios. Enric Ribas i Mirángel y otros,(20) clasifican los mercados financieros en organizados versus no organizados y primario versus secundario, y distinguen entre mercado de capitales y mercado monetario; este último es el centro de interés más adelante. Sin embargo, Jaime Loring hace una clasificación más detallada en cuanto a forma, a tipos de fondos y tran-sacciones, según el mercado. Por tipos de fondos define un mercado de crédito, un mercado monetario y un mercado de capitales.

También H. Riehl realiza otra clasificación de los mercados financieros, pero la nombra de forma distinta y la divide en cinco criterios:

Según la forma de funcionamiento
1. Directos e intermediados:

• Directos: cuando los intermediarios de activos financieros se realizan directamente entre demandantes de financiamiento y los oferentes de fondos, es decir, los agentes –compradores y vendedores– se encargan por sí mismos de buscar su contrapartida, con una información limitada y sin ayuda de agentes especializados (brokers –comisionistas– que tienen la función de relacionar a los oferentes y demandantes de activos mediante el cobro de una comisión).

• Intermediados (aunque en otras clasificaciones se les nombra indirectos): cuando al menos uno de los participantes en cada operación de compra o venta de activos es un intermediario financiero. Este tipo de mercado es imprescindible para desarrollar los procesos de inversión en las pequeñas y medianas empresas, ya que la captación de fondos de forma directa está más al alcance del sector público o de las grandes empresas de reconocida solvencia. En estos mercados es fundamental el papel que juegan los intermediarios financieros en su función de colocar y más aún de transformar los activos, convirtiéndolos –una vez adquiridos por ellos– de títulos primarios a títulos indirectos o secundarios emitidos por ellos mismos, con una serie de bondades nuevas que los hacen más aptos y atractivos para su aceptación por las unidades superavitarias. Los bancos son considerados los operadores por excelencia del mercado intermediado.

Según el grado de organización
2. Organizados y no organizados:

• Organizados: en los que se comercia con muchos títulos de forma simultánea, en un solo lugar generalmente y bajo una serie específica de normas y reglamentos; como ejemplo están las bolsas de valores, el mercado de divisas y el interbancario.

• No organizados: aquellos en los que sin sometimiento a una reglamentación estricta se intercambian activos directamente entre agentes o intermediarios, sin necesidad de definir el sitio donde tiene lugar la transacción, ya que las condiciones de precio y cantidad las fijan libremente las partes y no se precisa la intervención de un agente mediador, aunque este pueda existir.

Esta clasificación dada por Riehl coincide con la página web de la Megabolsa en Internet, donde se les nombra mercados regulados, en los que existen ciertas regulaciones o restricciones para favorecer el buen funcionamiento del mercado financiero, y otra llamada mercado organizado en el que se comercia con muchos títulos de forma simultánea, en un solo lugar generalmente y bajo una serie específica de normas y reglamentos, y los mercados libres, donde no existe ninguna restricción (ni en la entrada, ni en la salida del mercado, ni en la variación de los precios), y los mercados no inscritos, donde no cuentan con una reglamentación.

Según el contexto en que realizan las operaciones
3. Interbancario y no interbancario:

• Interbancario: se refiere a mercados mayoristas y primarios en los que solo se cruzan operaciones entre entidades de crédito, el banco central y, en algunos casos, otras instituciones de carácter financiero, con el propósito de negociar activos a muy corto plazo con un elevado grado de liquidez. La creciente importancia de este mercado en la actualidad no solo viene dada por el gran número de entidades que en él participan y por los altos volúmenes negociados entre ellas, sino también porque constituyen indudablemente el punto de referencia básico para la formulación de los precios en los diversos mercados financieros.

• No interbancario: los intermediarios que actúan pueden ser no bancarios y también pueden participar los bancos, ya que las relaciones se extienden entre participantes que no son puramente bancarios.

Según la fase de la negociación de los activos
4. Primarios y secundarios:

• Primarios: en los que se intercambian instrumentos financieros de nueva creación, y mercados secundarios en los que se comercia con los instrumentos financieros ya existentes, cambiando la titularidad de los mismos tantas veces como se admita por el plazo de vencimiento del título.

• Secundarios: no supone la existencia de un nuevo financiamiento para el emisor, pero es de gran importancia para garantizar la liquidez de los activos, permitiendo la circulación de estos entre los agentes y la diversificación de su cartera, y contribuyendo al fomento del ahorro de la colectividad.

Según la característica de los activos negociados
5. Monetario o de dinero y de capitales:

• Monetario o de dinero: es un mercado a corto plazo en el que se negocian activos de elevada liquidez, bajo riesgo y, por consiguiente, menor rendimiento relativo, aunque este tiene la ventaja de ser fijo.

• De capitales: se negocian activos financieros a mediano y largo plazo, y sus activos pueden generar rendimientos fijos o variables (depende de la existencia y reparto de beneficios en la entidad emisora).

Por el importante desarrollo que han alcanzado las innovaciones financieras en los últimos tiempos, se incluye en esta clasificación el mercado de derivados (21), que trata la negociación de los contratos de instrumentos de cobertura, ante posibles riesgos de mercado, ya sea por la variación de tasas de interés, tipos de cambio u otros tipos de precios de los activos. Ejemplos de ellos son los futuros y las opciones financieras.

En la literatura mexicana se trabaja indistintamente el término monetario o de dinero, mientras que la española prefiere separarlos como mercado de activos de caja (mercado de dinero), definiéndolo como el mercado de depósitos transferibles entre instituciones financieras; es el mercado de dinero propiamente dicho.(22) Y como mercado monetario entienden el conjunto de mercados en los que se intercambian instrumentos financieros caracterizados por su corto plazo de amortización, elevada liquidez y bajo riesgo.(23)

Como se ha presentado anteriormente, son múltiples los criterios de clasificación de los mercados financieros, apoyándose en el qué, cómo, cuándo, medida, etc., pero es de interés para el trabajo el criterio señalado como la característica de los activos negociados, donde concretamente se define en mercados monetarios y mercados de capitales, aclarándose que el mercado monetario lo asumiremos en su conjunto, ya que existen autores que clasifican por separado el de dinero y monetario, así como el de divisas. Refiriéndonos a este tipo de mercado, lo haremos a partir de este epígrafe como mercado monetario.

En este mercado participa una serie de instituciones financieras que funcionan como intermediarios financieros, que desempeñan al menos un papel protagónico.

 Esta clasificación de Riel, que coincide con la que menciona Cuervo, cita los siguientes:

• Los bancos comerciales

La forma más directa e intuitiva de comprender el papel general que juegan estas instituciones en el mercado de dinero, consiste en examinar sus activos y pasivos. Una proporción sustancial de sus pasivos está constituida por depósitos a la vista, los cuales constituyen dinero por definición. En el lado del activo, además de los préstamos, encontramos los valores negociables; en los bancos se invierte una parte de sus disponibilidades.

Estos bancos operan en el mercado de dinero por varias motivaciones, entre ellas:

1. Mantener la liquidez y, por tanto, la solvencia del banco.
2. Obtener la máxima rentabilidad posible para los fondos excedentes, teniendo siempre presentes las restricciones impuestas por la primera motivación.
3. Tomar en préstamos los fondos necesarios al costo más bajo posible.
Estos bancos, por tanto, deben hacer circular el tipo de papel que se denomina instrumentos del mercado monetario y realizar con él transacciones en cantidades importantes.

• Los bancos centrales
A través de estos bancos el gobierno de la mayoría de los países regula el sistema monetario de la nación, incluidas las operaciones bancarias. Estas instituciones no solo imprimen los pedazos de papel que se denominan dinero, sino que, además, intervienen directamente en el mercado de dinero.

Los objetivos del banco central de cualquier país son: crecimiento económico real, estabilidad de precios, equilibrio exterior en la balanza de pagos y pleno empleo. Cuando estos citados objetivos se trasladan al terreno de las decisiones de política económica, que competen al banco central, se denominan política monetaria (que contrasta con la política fiscal, que es el conjunto de políticas basadas en los impuestos y gastos del gobierno).
Por regla general, la política monetaria se formula sobre la base de los niveles deseados de oferta monetaria y de tipos de interés.(24)

Para alcanzar los objetivos monetarios deseados, tales como un aumento o una disminución de la oferta monetaria, el banco central tiene a su disposición un conjunto de mecanismos:

1. La compraventa de instrumentos del mercado monetario (principalmente pagarés del tesoro), actividad que se conoce con el nombre de operaciones de mercado abierto.

2. La compraventa voluntaria de divisas extranjeras a cambio de la moneda local.

3. La modificación del costo al que los bancos comerciales pueden tomar dinero prestado del banco central (el tipo de redescuento).

4. La variación del montante de reservas que los bancos comerciales están obligados a mantener como contrapartida de sus depósitos.

5. La promulgación de otro tipo de regulaciones específicas relativas a la tasa de proporción y tipos de activos y pasivos que se permite mantener a los bancos comerciales.

El banco central no solo opera directamente en el mercado monetario mediante operaciones de mercado abierto, sino que, además, controla los bancos comerciales, que son las instituciones más importantes del mercado.

• Empresas no financieras
El departamento de tesorería de cualquier empresa no financiera importante, opera a menudo de una manera similar a como lo hace un banco comercial. Tiene que mantener cierta posición de liquidez y, al mismo tiempo, tiene que asegurarse de que cada peseta se ha invertido de manera que produzca el rendimiento más elevado posible. Los objetivos de estas empresas son similares a los bancos comerciales.

• Instituciones financieras no bancarias
Los problemas a los que se enfrentan las instituciones financieras no bancarias son similares a los que se les presentan a los bancos comerciales, excepto en el hecho de que esas otras instituciones tienden a concentrar sus fuentes de financiación y sus inversiones en instrumentos distintos de aquellos utilizados por los bancos comerciales. Sin embargo, la lógica que guía esta participación en el mercado de dinero es muy parecida a la de los bancos comerciales.

• Individuos
Cualquiera que sea titular de una cuenta corriente participa en el mercado monetario. Lo mismo ocurre con cualquier persona que posea un depósito a plazo o un pagaré del tesoro. La compraventa de estos instrumentos (ya sea escribiendo un cheque, o adquiriendo o disponiendo realmente del pedazo de papel en cuestión) constituye una participación en el mercado monetario.

La participación en el mercado monetario depende de su actitud frente al mantenimiento de efectivo o de cuasi-efectivo. Los motivos para mantener efectivo y cuasi-efectivo, resaltados tradicionalmente, son los siguientes:

1. Por razones de transacción. En este caso se desea mantener dinero para realizar los pagos correspondientes a la adquisición de los artículos que se deseen.

2. Por motivo de precaución, es decir, para hacer frente a algún acontecimiento imprevisto.

3. Por razones especulativas, es decir, para conseguir un beneficio que se deduce de las variaciones esperadas en los tipos de interés.

CONCLUSIONES

• El sistema financiero de un país comprende los instrumentos financieros, las instituciones o intermediarios y los mercados financieros; se define como lugar donde se compran y venden los activos financieros y se negocian sus precios. Su misión fundamental consiste en captar el excedente de los ahorradores (unidades de gastos con superávit) y canalizarlos hacia los prestatarios públicos (unidades de gastos con déficit).

• Existen tantas clasificaciones de los mercados financieros como autores que abordan el tema, aunque casi todos llegan a definirlos según las características de los activos negociados.

• El análisis efectuado sobre los mercados monetarios permite sintetizar los diferentes enfoques dados por autores de prestigio nacional e internacional sobre el tema, no presentes, hasta donde conocen las autoras, en la academia cubana, lo que imprime novedad científica y actualidad al tema.

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16. Vladimir Ilich, Lenin. El Capital: Crítica de la economía política. Moscú, Editorial Progreso, 1990.

17. Weston, J. Fred y BRIGHAM, Eugene F. Fundamentos de administración financiera. México: McGraw- Hill, 1994.

18. Weston, J. Fred y BRIGHAM, Eugene F. Finanzas en administración. Nueva Editorial Interamericana S.A. de C.V. Séptima edición, vol. I
 

 

Notas

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1 Adam Smith, Las Riquezas de las Naciones. vol.I, cap. IV, p.62.

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2 Adam Smith, Las Riquezas de las Naciones. vol.I, cap. IV, p.63.

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3 Cuervo Alvaro, et al, Manual del sistema financiero español, Barcelona, Ariel, 1995, 8va Edición.

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4 M. Gala. El Sistema Financiero Español, Moneda y Crédito, No. 11 dic. 1969, p.31.

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5 Véase Frederic S. Misbkin, Swiss Bank Corporation, “Foreign Exhange and Money Market Operations.

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6 Los intermediarios financieros son aquellas instituciones que obtienen recursos de un prestamista y los ofrecen a los prestatarios.

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7 Véase Catherine Mansell Carstens, “Las finanzas populares en México: El redescubrimiento de un sistema financiero olvidado”. cap.1. Instituto tecnológico autónomo de México. Centro de estudios monetarios latinoamericanos, Ed. Milenio, S.A. de C.V, p.14.

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8 Ibid, p. 9.

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9 Véase J. A. Trujillo del Valle, C. Cuevo-Arango y F. Vargas Bahamonde. El sistema financiero español. Cap. IV, 3ra edición, Ariel economía,  p. 75.

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10 James Loring, La gestión financiera. Cap. 3, Ediciones Deusto S.A., Madrid/Barcelona/Bilbao,1994, p.63.

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11 Enciclopedia Microsoft Encarta 02, “Características de los mercados financieros”,1998-2001 por MegaBolsa. Reservados todos los derechos.

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12 Véase J. A. Trujillo del Valle, C. Cuevo -Arango y F. Vargas Bahamonde. El sistema financiero español. 3ra edición, Ariel economía. Cap. IV, p. 58.

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13 Carlos Marx, El Capital. Critica de la Economía Política, sección quinta, cap xiv, pp. 425-426.

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14 Lenin, Vladimir Ilich. Obras Completas en 55 tomos. Acerca de la llamada cuestión de los mercados. Ed Progreso, 1981.

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15 Samuelson. Economía. Parte uno. Décima edición. Capitulo 3. Los mercados y el estado en una economía moderna.

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16 Véase a Claudio Napoleón, “Diccionario de Economía Política”, Ediciones Castilla SA., Madrid, 1962 P.552.

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17 Riehl, Heinz. Mercados de divisa y mercados de dinero: operaciones de monedas nacionales y extranjeras. Ed. Interamericana. 1985, EMALSA.S.A.

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18 Este término se refiere a aquellos activos que no tienen liquidez total; tienen un poder adquisitivo potencial, no real, como por ejemplo las cuentas de ahorro. Véase Carmenza Avellaneda Ojeda, Diccionario Bilingüe de Términos Financieros, Universidad de Bogotá, Ed. MC Graw Hill, Interamericana S.A., 1996.

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19 Cuervo García, Alvaro, et al, Manual del sistema financiero español, editorial Ariel, S.A., Barcelona, 1996, p.133.

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20 Véase Enric Ribas i Mirángel, Joan Montllor i Serrats y Ma. Antonia Tarrazón Rodón, La empresa en el sistema financiero español. Universidad Autónoma de Barcelona.Apéndice de Fundamentos de financiación empresarial (cuarta edición), McGraw- hill/Interamericana de España.

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21 Los derivados financieros son instrumentos que derivan sus precios de los rendimientos registrados por los activos subyacentes en los mercados monetarios, de divisas y bursátiles.

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22 Véase J. A. Trujillo del Valle, C. Cuevo-Arango y F. Vargas Bahamonde. El sistema financiero español. Cap. IV, 3ra edición, Ariel economía,  p. 75.

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23 Ibid, cap. V, p. 91.

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24 De acuerdo con la definición que se suele emplear más a menudo, la oferta monetaria está constituida por el efectivo en circulación y por los depósitos a la vista mantenidos en bancos. Otras definiciones más amplias de la oferta monetaria incluyen, además de los dos activos que acabamos de mencionar, otros tipos de depósito, como por ejemplo: cuentas de ahorro y algunos instrumentos del mercado de dinero.


 

Técnica Administrativa, Buenos Aires
ISSN 1666-1680

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Volumen: 04
Número: 22
mayo/junio 2005

 

Fecha de recepción: 01/04/2005 ; Fecha de aprobación: 01/05/2005

 

Artículo publicado en la Revista del Banco Central de Cuba, Año 7. No.3, Trimestre julio-septiembre/ 2004 - http://www.bc.gov.cu