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Administración

 

El Administrador como emprendedor.

Marcelo Claudio Perissé

 

Este texto está basado en las reflexiones del Dr. Luis Gaj, profesor de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad de San Pablo en Brasil y en las experiencias del autor como alumno de la misma facultad y como emprendedor del proyecto editorial Técnica Administrativa en una Argentina en crisis.

 

     El administrador en su período de formación académica, convive con numerosos modelos y procedimientos que le indican cómo debe actuar para obtener buenos resultados en su gestión empresarial.

     Puede que en su actividad profesional le toque cumplir la función burocrática de aplicar técnicas o manejar herramientas que en el mejor o peor uso de las mismas no pondrán en riesgo la existencia de la organización.

Pero en el momento en que al administrador le toca asumir la acción estratégica, y muy especialmente ante un nuevo emprendimiento, se descubre que la realidad designa dos escenarios posibles, que son el éxito o el fracaso.

     Particularmente en la Argentina actual, estas dos alternativas se encuentran al final de un camino que pasa por una alta turbulencia generada por una profunda crisis en la confianza del sistema representativo, con una economía en declinación, con grandes presiones sociales originada por el empobrecimiento de todos los niveles sociales y signadas por dramáticos acontecimientos de violencia.

     Ante este panorama de profunda crisis, el administrador debe asumir su responsabilidad de mantener la rentabilidad del negocio a fin de poder ser un agente generador de empleo.

     También, y actuando en función de los propios objetivos organizacionales, deberá asumir su responsabilidad social para actuar ante la comunidad en la que actúa.

     No creo que esto sea un simple acto de filantropía, ni tampoco un acto inteligente de descubrir oportunidades en las crisis; estoy convencido que es actuar de forma inteligente en un momento difícil.

     En sí un emprendimiento, es un estado de expansión de productos, servicios, mercados o negocios, y este estado lleva al administrador a contraponerse a otros estados de reduccionismos, a personas que, temerosas o faltas de sus propias capacidades de desarrollo, generan barreras de defensa que provocan estados mas estáticos. Es que estas personas, resistentes al desarrollo, buscan solamente el crecimiento y no el desarrollo, les basta alcanzar objetivo no desarrollarlos.

     Como podemos ver, la actividad principal de planificación que tiene todo administrador; al asumir la función de emprendedor, deja de ser una actividad burocrática para ser una actividad plenamente estratégica.

     Todo emprendedor es un convertidor de ideas en realidades, que persigue la construcción de un mejor futuro para la organización y para la sociedad en la que se encuentra.

     Soñar, pensar y construir nuevos proyectos, con un presente en crisis, no exige de un SuperAdministrador requiere de Administradores que asuman sus responsabilidades con altos niveles de conocimientos y con habilidades en la utilización de la tecnología.

     Los Emprendedores que obtenga buenas capacidades Administrativas, tendrán seguramente mayores posibilidades en su lucha por alcanzar el éxito y los mas importante es que en los momentos difíciles no actuarán de forma desesperada e irracional.


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