Escuela de Psicología Social

Enrique Pichón Riviere nació  en Suiza, en 1907 y murió en 1977. Fue uno de los fundadores de la APA (Asociación Psicoanalítica Argentina).

Su obra constituye la creación de una teoría social, que interpreta al hombre como resultante de la relación con objetos tanto externos  como internos. Desde esa visión fundó la Escuela de Psicología Social.

Resulta interesante destacar que Freud, desde el psicoanálisis, explica la transición entre la familia y el grupo. Pichón Riviere al trabajar los conceptos de imagen paterna, relación edípica y formación del grupo, traslada sus conocimientos psicoanalíticos al campo grupal.

Desde muy pequeño vino a Argentina, estudió medicina, psiquiatría y antropología. Introdujo la Psicoterapia Grupal en el país. Interpreta al individuo como un resultante relacional. Apela a la visión psicosocial, como instancia superadora y es desde ese aspecto donde podemos ver al individuo, en una interacción constante con el entorno, donde las partes se transforman y son transformadas en un movimiento continuo  y correctivo.

Según esta escuela: el hombre está adaptado, si mantiene un interjuego dialéctico con el medio y no una relación  rígida.

La espiral dialéctica, indica que hay una mutua realimentación: desde lo manifiesto se llega a lo latente, de allí es reenviado al nivel manifiesto para hacerse explícito, lo explicitado produce un insighit que a su vez modifica la situación latente (reducir los miedos) y así va  achicándose la tarea correctora de realimentación.

En esta bella canción, existe una comunicación unidireccional desde Sandro hacia la mujer, pero no viceversa. Por lo tanto no hay efecto espiralado, no existe retroalimentación alguna.

Riviere entiende que un grupo es un conjunto restringido de personas que, ligadas por constantes espacios temporales, articuladas en su mutua representación interna, se propone en forma implícita y explícita una tarea que conforma su finalidad, interactuando a  través de complejos mecanismos de asunción y adjudicación de roles.

El autor desarrolló el concepto de ECRO, cuyas características son: el instrumento grupal y la construcción grupal. En este caso, el  Grupo  no se avizora en forma expresa, la única existencia manifiesta es la de Sandro. La figura femenina: “Esa Mujer”, es hipotética. Por lo tanto en principio podríamos decir que no hay grupo, pero si  ella existiera y si se concretara la propuesta del protagonista, estaríamos en presencia del,  Grupo Primario: “La Familia”.

Con respecto a ella, el concepto pichoniano indica que el proceso de socialización del sujeto es tarea del grupo familiar y, ésta le provee los basamentos adecuados para adaptarse a la realidad en la que se modifica  a sí mismo y al medio.

La característica  de Riviere  de: “Pensar en Grupo”, no pone énfasis en la familia, sino en la interacción de ella  con la sociedad.

En el trabajo bajo análisis, no hay características grupales como: interacción recíproca,  estabilidad y duración relativa, existencia de objetivos, valores y actividades compartidas, conciencia y reconocimiento grupal.

Existe en la letra, la propuesta de amar a la mujer, de demostrarle su sentimiento, haciendo un recorrido por el disfrute de situaciones cotidianas y simples. En este sentido hay una vinculación del hombre con el contexto social del que habla Pichón. siempre y cuando se hiciera presente la mujer y accediera a la propuesta…..” “Te propongo que me quieras”

Riviere analiza situaciones de crisis en el plano social e individual. ÉL, consideraba que desencadenaban ansiedad. Se manifiesta una situación de este tipo por parte del protagonista, a la que Pichón denomina “Obstáculo Epistemofílico” (vinculado a miedos y ansiedad que genera todo conocimiento).

Trabajó también el concepto de Rol, considerando que representa el desempeño de una persona en una situación dada, la manera en que, el hombre demuestra lo que se espera de su posición.

Existe en el desarrollo de la  melodía un Rol,  Informal, porque el sujeto-Sandro depende de la interacción con el otro.

Más allá del análisis de la letra de esta canción, que es un canto al amor. Es innegable afirmar el efecto que produjo Sandro en nuestra sociedad y en toda Latinoamérica... Muchas personas nos emocionamos y enamoramos, nos sensibilizamos y lloramos con sus cantos, que reflejan tanto amor, pasión y también dolor.

 

¡Gracias Sandro, por haber hecho feliz a más de dos generaciones!

 

¡Gracias Roberto, por ser un ejemplo de vida y por haberla peleado hasta el final!

 

El eco de tu dulce música y las bellas partituras resonarán por siempre en los teatros, canchas y clubes que se enorgullecieron con tu presencia Sus paredes guardarán felices la alegría  y los aplausos de “tus nenas “  y de todos los que siempre te acompañaron.

Hoy, un coro de ángeles te dio su acogida en el cielo y junto a ellos seguramente seguirás entonando aquellas estrofas de “Así”, “Rosa, Rosa”, “Penumbras”, “Te Propongo” y otras que  guardaremos por siempre en nuestros corazones….

Título: Freud & Riviere y una bella canción de Sandro

Autora: Olimpia Teresa Lopa

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Expediente Nº 851413


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